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Mediante este blog podrán acceder a las fuentes del curso: mapas y textos. Saludos V.R.

martes, 25 de septiembre de 2007

Comparación Primera y Segunda Revolución Industrial


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Mapa Revolución Industrial en Gran Bretaña


Esquema de la Primera Revolución Industrial


Texto: "Recuerdos de un hilador"

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“El algodón entonces era siempre entregado a domicilio, crudo como estaba en la bala, a las mujeres de los hiladores, que los escaldaban, los repulían y dejaban a punto para la hiladura y podían ganar ocho, diez o doce chelines a la semana, aun cocinando y atendiendo a la familia. Pero en la actualidad nadie está empleado así, porque el algodón es abierto por una máquina; por lo que las mujeres de los hiladores están desocupadas, a menos que vayan a la fábrica durante todo el día por pocos chelines, cuatro o cinco a la semana, a la par que los muchachos. Ha entrado en uso máquinas de vapor y para adquirirlas se requieren grandes capitales. La fuerza – vapor produce un articulo más comerciable que el que el pequeño maestro era capaz de producir al mismo precio: la consecuencia fue la ruina de este último, y el capitalista venido de la nada se gozó de su caída, porque era el único obstáculo existente entre él y el control absoluto de la mano de obra”
Fuente: citado por Valerio Castronovo: “La Revolución Industrial”

La revolución industrial en Inglaterra y otros países


“Puede concluirse que la Revolución Industrial Inglesa no tuvo un paralelo concreto entre los países continentales. En ninguna otra parte asumió el proceso de industrialización el mismo carácter autónomo u orgánico; en ninguna otra parte fue tan completo — como fenómeno nacional— ni tuvo tanto éxito a la hora de cambiar toda la estructura social. Es más, en el contexto europeo este término tiende a adoptar un significado distinto. Con él se cubre todo el proceso con el que se crean las condiciones sociales y legales para el pleno desarrollo del capitalismo frente a la resistencia de los beneficiarios del antiguo orden agrario e industrial, proceso que en Inglaterra había empezado un siglo o más antes de la industrialización. Incluso en los casos en que, como en Alemania, se produjo un crecimiento muy rápido de la industria —de tal modo que lo que en Inglaterra había durado un siglo aproximadamente se condensó allí en un par de décadas—, el impacto pleno de la transición estuvo restringido a ciertas regiones y, a pesar de toda su rapidez, fue menos completo. El peso sustancial del sector agrario, las supervivencias preindustriales en la sociedad y la persistencia de regiones atrasadas dan testimonio de ello. Durante el siglo XIX la industrialización europea tendió a ser un fenómeno principalmente regional y la transformación de las economías globales como unidad siguió siendo menos completa que en Inglaterra. Incluso Bélgica, el más pequeño de los países industriales, tenía su región agraria atrasada. Alemania, el éxito industrial sobresaliente entre las grandes potencias, siguió manteniendo un gran sector agrícola y algunas de las características de una economía dual. Aunque también en Francia se habían sentado las bases de una economía moderna entre los años de 1880 y 1914, la transformación fue aún menos completa. En Rusia, los prometedores interregnos de rápido crecimiento industrial tendían a la imposición de un tope o a la intensificación de las tensiones y debilidades internas, debido a la influencia coercitiva de las viejas estructuras heredadas. Italia arrostraba el handicap de la falta de recursos naturales y del fracaso del capitalismo por llevar a cabo una transformación completa del sector agrario y disminuir su peso en la economía o de resolver la cuestión sur. En todas las demás partes, la industrialización fue simplemente un fenómeno regional, y la creación de economías nacionales modernas, aunque estaba en curso, distaba mucho de ser completa. En cierto sentido, pues, lo que cabe destacar al hablar del continente, es lo inacabado y la dispersión geográfica de su transformación industrial, si se la compara con Inglaterra. Por comparación con el resto del mundo, sin embargo, Europa fue el área par excellence del capitalismo avanzado."

Fuente: Tom Kemp. La revolución industrial en la Europa del siglo XIX.

Discurso de la dignidad del hombre

Discurso de la dignidad del hombre:

Dios hizo al hombre el último día de la creación del mundo para que reconozca las leyes del universo, ame su belleza y admire su grandeza. No le vinculó a una sede fija, a ninguna labor determinada, a ninguna necesidad, sino que le otorgó movilidad y libre albedrío.
“Te he puesto en medio del mundo dice el Creador a Adán – para que puedas ver más fácilmente te en torno tuyo y veas todo lo que te concierne. Hice de ti un ser que no es celestial ni terrenal, que no es mortal ni inmortal exclusivamente, y ello con el fin de que tú mismo seas tu propio escultor y puedas superarte; puedes degenerar en bestia y renacer en ti mismo en ser de divina semejanza. Los animales traen consigo del vientre materno lo que han de tener, los sumos espíritus son desde el principio, ya o poco después, lo que han de ser por la eternidad. Tú solo puedes desarrollarte, erguirte a tu albedrío, tú solo llevas en ti el germen de una múltiple y multiforme vida.
Giovanni Pico della Mirandolla
(1463 – 1594)